jueves, 8 de diciembre de 2016

Los cochinos lotes baldíos de la ciudad

Foto: Sergio Rodríguez
Recientemente mi hijo me preguntó: ─¿Mamá, qué se puede hacer con las construcciones abandonadas? Es triste, pero en la mayoría de las colonias de Mexicali, existe por lo menos un predio que, o está abandonado o nunca fue construido y en muchas ocasiones sirve como picadero o como un basurero clandestino. No es un fenómeno exclusivo de los fraccionamientos de la periferia, aunque es verdad que es ahí donde más lo sufren.

Luego recordé que sí, sí se puede hacer algo. Éste, aunque es un problema mayor, puede convertirse en una fuente de ingresos y apoyar el desarrollo de la ciudad. Hace unos días, Gustavo Sánchez hizo un compromiso en su primer discurso como presidente municipal. Dijo que les exigiría a los propietarios cuidar sus lotes baldíos y las construcciones abandonadas; además afirmó que combatiría los basureros clandestinos que tanto denigran la imagen de Mexicali.

Los lotes baldíos y las construcciones abandonadas generan varios conflictos importantes en la ciudad. No sólo son una mala imagen, como dijo el ahora alcalde de Mexicali; además son fuentes de contaminación de aire y suelo, puntos de inseguridad urbana, nidos de fauna nociva y son un factor que disminuye la percepción de confort para la comunidad que los rodea.

Lo malo es que a las autoridades les ha faltado voluntad y eficiencia. Para que se pueda cumplir lo que ahora se promete se debe actualizar el padrón catastral y sobre todo tener voluntad de resolver este añejo problema. Cuando así se haga, tendremos una ciudad más bonita, más limpia, más densamente habitada, también estaremos fortaleciendo la hacienda municipal y la economía de Mexicali. Porque estos predios, según la normatividad, pagan más de impuesto predial además que, al estimular su ocupación y desarrollo, revitalizamos nuestra comunidad y generamos más intercambios económicos.

Ejemplo de la ine
ficiencia y la falta de voluntad es la imagen que encabeza esta nota. Es de un lote baldío ubicado en una colonia que tiene por lo menos cuatro décadas de fundada (Col. Mártires de 1906), adeuda casi 6 mil pesos de impuesto predial (de 2014 a la fecha), pero debería estar pagando alrededor de los 10 mil pesos. Esta diferencia se debe a que se le está aplicando una tasa menor, como si fuera un predio construido y habitado cuando se debe cobrar como lote baldío, al que se le aplica una tasa más alta.

Además, en el recibo que expide el ayuntamiento sólo consta una diminuta multa de $146 pesos, cuando si vemos las imágenes históricas a través de Google Earth, en este predio es común que se acumule basura en su interior y exterior y desde hace varios años carece de cerco.


Ahora que sobran las promesas pero falta el dinero, esta sería una buena estrategia del XXII Ayuntamiento para mejorar nuestra ciudad sin endeudarla más.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Movilidad urbana y el “interés mayor de la comunidad”

Imagen: cortesía Cristian Torres
Una de las deudas que deja Jaime Díaz con los ciudadanos es el de la movilidad urbana. La forma en que nos desplazamos por la ciudad, aunque repercute directamente en nuestra calidad de vida, no fue un tema relevante para el funcionario saliente.

La esperanza aún no se pierde. El flamante presidente municipal, Gustavo Sánchez, prometió ayer por la noche, en su discurso de toma de protesta “una mejora sustantiva del servicio de transporte en todas sus modalidades”. La forma en que el XXII Ayuntamiento de Mexicali resuelva este importante elemento urbano va a depender mucho de cómo se manejen ciertos grupos y líderes sociales.

De los actores más relevantes en estos temas es el colectivo denominado Mxli BiCi. El grupo está formado por profesionistas de varias disciplinas y es apoyado por cientos de usuarios y simpatizantes. Pocos de los que abanderan actualmente el tema de la movilidad urbana le otorgan a esta modalidad de transporte la importancia que debe tener. Es por eso que el trabajo de Mxli Bici se vuelve tan relevante para la comunidad. El colectivo se moviliza con recursos propios y de sus adherentes y una de sus próximas acciones será el de crear un espacio público desplazable al que denominan “Masa Crítica”. Desde ahí exigirán los derechos de los ciclistas para usar de forma compartida las calles de Mexicali.

Otro personaje involucrado en el tema es Benjamín Garza. Es director de la empresa “Transportes Modernos de Mexicali” (TRAMO) que es beneficiaria de varias concesiones de transporte público en la ciudad. Su estrategia de comunicación actualmente incluye la conducción de dos programas que se transmiten por un canal de televisión local. Desde esos espacios, el empresario transportista aborda distintos temas de interés para la comunidad. Desde la cortinilla de uno de sus dos programas – el que se especializa en temas de movilidad urbana− nos deja ver cuál es su interés: el transporte público de la ciudad.

Otro connotado empresario que ha alzado la voz en este tema es Juan Ignacio GallegoTopete. Es presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción en Mexicali (CANACINTRA) y muchas veces ha aprovechado los espacios que los medios de comunicación le dan para hacer notar que, a Mexicali, le hace falta una reingeniería en las rutas del transporte público. También demanda el aprovechamiento de la inversión hecha en el BRT (Bus rapid transit).

Otras voces se podrían citar en esta columna (Uber, regidores salientes, concesionarios y líderes transportistas). El asunto ahora será saber distinguir entre todas ellas los intereses que están defendiendo, cuáles de ellos son públicos y cuáles son privados o de sector. El reto lo tienen, tanto el nuevo presidente municipal y todos los integrantes del cabildo, así como el nuevo director del Sistema Municipal de Transporte, Luis Alfonso Vizcarra Quiñonez. Este último acaba de señalar ante medios que todos deberán participar ante el reto que implica el nuevo desarrollo de la ciudad, en tanto que Gustavo Sánchez dijo que priorizará el “interés mayor de la comunidad”.

Acá estaremos dándole seguimiento desde este espacio y para recordar que movilidad urbana no solo son placas de taxis y camiones, son paraderos, bicicletas, rutas eficientes, banquetas, todo esto y más.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Las buenas intenciones

Foto: Cortesía RadarBC
El pasado 10 de noviembre el diputado local Catalino Zavala Márquez presentó en el pleno del Congreso Estatal una iniciativa de reforma a la Leyde Participación Ciudadana que, aunque con buenas intenciones, será insuficiente para promover una verdadera vida democrática al interior de Baja California. La reforma tiene básicamente dos propuestas.  

La primera es reconocer expresamente que la participación ciudadana es un derecho humano.   Esto es sin duda un avance para la democratización de la vida pública de la entidad pues significa que tendrán que fomentar la participación ciudadana como un valor presente en las decisiones del gobierno.
La segunda propuesta es agregar la audiencia pública como un mecanismo más de participación. Este nuevo instrumento habrá de sumarse a los ya existentes que son el plebiscito, el referéndum, la iniciativa ciudadana y la consulta popular. Con este planteamiento, en efecto, se abrirá otro espacio de debate sobre temas de interés público. Sin embargo, ello no garantiza la inclusión de todas las voces, ni tampoco obliga a las autoridades a tomar una determinación basada en las opiniones que los participantes expresen en tales actos. Es un mecanismo pues, muy limitado.

Al proponer estas reformas, Zavala Márquez, dijo que se buscaba la modernización de la Ley de Participación Ciudadana. Pero el problema real no es que la norma sea obsoleta, como el legislador aseguró, sino que ésta es inoperable. La Ley de Participación Ciudadana tiene serias deficiencias que hacen que el ciudadano pase por un proceso burocrático complejo, amplio y confuso. Además quien quiera hacer uso de uno de estos instrumentos de participación tendrá que estar dispuesto a iniciar una contienda contra aquellos servidores públicos acostumbrados a gobernar de manera arbitraria.

Por traer a colación un ejemplo, tenemos el esfuerzo que hace el Frente Estudiantil Mexicalense por implementar un plebiscito en torno al alza de tarifas sobre el pasaje en transporte público. La agrupación ha enfrentado la falta de voluntad política del Ayuntamiento y del Consejo de Participación Ciudadana Municipal que han puesto varias trabas al procedimiento.

Otro intento de plebiscito fue protagonizado por el grupo que promovió un proceso de planeación participativa conocido como “Mexicali Ciudad de Gran Visión". Hace tres años este colectivo propuso realizar un plebiscito para aprobar el Plan Estratégico Municipal el mismo día de las elecciones locales pero la autoridad electoral, después de muchas reuniones con los promotores, se negó a llevarlo a cabo por falta de tiempo.

Es de vital importancia que la Ley de Participación Ciudadana sea operable, o como dicen popularmente: que tenga dientes. Es fundamental que el trámite de cualquier mecanismo de participación no quede sujeto a procesos burocráticos interminables. Además, es preciso que se prevea un presupuesto para la implementación de la ley y que los ayuntamientos actualicen su reglamentación, para que ésta se ajuste y no se oponga  a las reformas que hechas a la citada ley (como es el caso del Reglamento de Participación Ciudadana de Mexicali).


Y como dice el dicho popular: “de buenas intenciones están llenos los panteones”. Si queremos que la democracia no sea letra muerta en Baja California, empecemos por legislar con eficiencia, hacer leyes que sí se puedan aplicar.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los parques ¿sitios de bienestar?

Foto: Pixabay
El pasado 5 de noviembre, un niño perdió la vida en el parque “Yoreme”, ubicado en San Luis Río Colorado, Sonora. Luis Antonio, con apenas 12 años de edad, jugaba con otros niños cuando un columpio literalmente le cayóencima. Según informan los medios locales, la estructura metálica estaba mal instalada o en muy malas condiciones (oxidada).

Familiares de la víctima y vecinos del lugar reclaman ahora a las autoridades que asuman su responsabilidad pues este hecho claramente no fue un accidente, como lo pretende hacer ver el alcalde y el hermano de éste, quien funge como director del departamento de Parques y Jardines. Esta tragedia es una negligencia de la autoridad municipal quien es responsable de la operación de todos los parques urbanos públicos de San Luis.

Parece mentira que un lugar tan inocente como un parque, que debería ser un sitio “indispensable para el desarrollo de la comunidad” (según documentos de Sedesol) e importante por su contribución al bienestar físico y mental de la población, sea en realidad un espacio de riesgo donde se pone en juego la salud y la vida propia así como la de nuestros seres queridos.

Al igual que en San Luis R.C., en Mexicali, el Ayuntamiento a través de la Dirección de Servicios Públicos se encarga de parques, jardines y su equipamiento. Es esta área la responsable del mantenimiento y conservación de las casi 373 parques de la ciudad. Además, la Unidad Municipal de Protección Civil con auxilio de la Dirección Estatal de Protección Civil, son las responsables del control y vigilancia de los parques localizados en el municipio. Son ellos quienes deben verificar que las instalaciones no pongan en riesgo la integridad de sus usuarios.

Por otra parte, la legislación tampoco favorece a quienes hacen uso de los parques. Tenemos un Reglamento de Fraccionamientos obsoleto, anacrónico que debió desparecer por ley hace alrededor de 22 años. Esta norma tendría que obligar a los fraccionadores a entregar los parques de barrio con ciertas características. Pero como el ejecutivo estatal nunca publicó un nuevo reglamento, la aprobación del proyecto de fraccionamiento sólo obliga a donar cierto porcentaje de terreno para ser destinado a ese uso, sin que se especifiquen cómo deberán ser construidas estas instalaciones. 

Ante esta inacción de las autoridades y la falta de una adecuada legislación, nos toca como ciudadanos tomar la iniciativa. Si usted es usuario de un parque público e incluso de una instalación deportiva, este es el momento de que inspeccione usted mismo su parque de barrio y que se comunique con el Ayuntamiento o con el Gobierno del Estado (en caso de ser una instalación deportiva estatal) para denunciar todas las situaciones que crea pueden poner en riesgo su salud y la de la comunidad.

lunes, 7 de noviembre de 2016

La puerta cerrada del congreso estatal

Foto: RadarBC
El Congreso del Estado no es un edificio. El Congreso del Estado es el nombre que recibe la asamblea en la que participan los “representantes del pueblo” que en conjunto integran el Poder Legislativo de Baja California. El inmueble que ocupan ahora es entonces el marco físico que facilita el trabajo que estos servidores públicos deben desempeñar. Por sentido común, se esperaría que en este lugar se discutieran los temas de relevancia para la entidad ante ojos y oídos de los  bajacalifornianos, que fuera un espacio público que dé cabida a todo tipo de ideas e interpelaciones. No deberían entonces cerrarse las puertas a quienes no van únicamente a aplaudir.

Actualmente el salón de sesiones se asemeja más a un lugar para la meditación. Como fue señalado en la columna de opinión “Voz en off” dela semana pasada, ahí pareciera que todos están de acuerdo. No hay suficientes cuestionamientos de oposición, ni siquiera porque en estos días están compareciendo los titulares de las dependencias estatales para exponer sus respectivas glosas del informe. Lo que sí hay es una sospechosa calma. Una comunión entre el ejecutivo y legislativo que da a entender que todo marcha bien en Baja California.

Una puerta rota nos recordó que no es así. El miércoles 2 de noviembre, se negó la entrada al edificio a un grupo de maestros que notoriamente iba a manifestarse contra uno de los comparecientes. La orden fue cerrarle las puertas, negar no sólo su participación sino su ingreso a este sitio que debería ser un foro de discusión por excelencia de la vida pública de la entidad. El pretexto fue que la sala ya estaba ocupada a su máxima capacidad.

Y sí, efectivamente el salón estaba lleno… Pero estaba lleno de subordinados de las mismas dependencias comparecientes. Según lo que me contó un trabajador del Sistema Educativo Estatal y por lo que han denunciado los profesores “liberados” por lo menos dos secretarios usaron esa táctica para que no se escucharan las voces de la oposición.  El Poder Legislativo hizo el trabajo de comparsa, por ingenuidad o en complicidad, y dio la orden de no dejar entrar a este grupo del sector magisterial.

El resultado fue una puerta rota (o dos). Esto sucede cuando no se enfrentan los problemas y se pretende hacer que “no pasa nada”. Detrás de toda violencia siempre hay un conflicto irresuelto y detrás de cada conflicto hay partes involucradas que sienten vulnerados sus intereses.  La defensa de los finiquitos y jubilaciones de estos profesores evidentemente es una necesidad legítima y lejos de cerrar puertas se debe abrir el dialogo y este diálogo deber servir para acordar en cómo y cuando se cubrirán las deudas que el gobierno tiene con este sector.

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sábado, 29 de octubre de 2016

Los murales del conflicto

Art of conflict
Art of conflict es un documental que muestra los murales que fueron creados en Irlanda del Norte y que expresan el conflicto y la violencia que se vivía en aquella nación.

Cuando se vivió el proceso de paz, varios pusieron su vista en aquellas paredes y pensaron que no ayudaban mucho a resolver el conflicto. Por ello decidieron modificar esas expresiones artísticas y promover otras ideas que no se asociaran directamente al conflicto y que tuvieran más relación con la identidad cultural de las comunidades.

Una idea que aparece en este documental y que me parece muy acertada es que los promotores de estas nuevas expresiones artísticas están conscientes que al modificar el contenido no están despareciendo el conflicto, pero sí buscan hacerlo menos radical. Es decir, cambiar los murales no va a desaparecer el encono que existe entre las partes (protestantes y católicos) pero si serían capaces de promover la eliminación de la violencia.


La Nancy was here

Foto: Original de Laura Tejeda, modificada con fines ilustrativos
Hace unos días se dio a conocer un mural pintado sobre la valla que divide a Mexicali de Calexico. Cecilia Ochoa, organizadora del proyecto dijo que con esta obra se quiere expresar que entre ambos países la comunicación es posible. Paradójicamente, este proyecto lo que demostró con hechos es que, el único mensaje que están dispuestos a escuchar y transmitir es aquel que sea aprobado por las autoridades, que sea tan abstracto que no incomode a nadie, o por lo menos a ningún político mexicano, que sea una piedra tirada al aire (hoy en día es de lo más fácil criticar a Donald Trump).

Digo esto porque para elaborar esta pinta los organizadores se deshicieron de otra. Se borró un mural de menores dimensiones que recordaba, a quienes circulan por ese punto vial, que han pasado ya dos años desde que desaparecieron 43 estudiantes en México y que hasta ahora, el gobierno emanado del PRI, el partido al que pertenece la diputad
a Nancy Sánchez Arredondo −la misma que presentó al público la nueva obra− no ha podido o no ha querido resolver.

El cerco divisorio fue agandallado por autoridades mexicanas. Aunque esta valla pertenece al gobierno federal estadounidense, el IMACUM, sin tener facultades para ello, otorgó permiso para pintarla, y al parecer también la Secretaría de Seguridad Pública y el ICBC quieren disponer de ella. Ahora ellos decidirán qué mensajes sí y qué mensajes no se pueden promover.

El colmo: hasta un “caleciano” nos quiere decir qué ver y qué no ver en ese cerco. Javier González, residente de Calexico, se comunicó con un integrante del colectivo que hizo la pinta de Ayotizinapa. Supongo que quiso sorprenderlo y amedrentarlo pues inició la conversación vía Facebook enviándole fotos donde aparecía el mismo Javier González al lado de ciertas autoridades. En la conversación que usted puede leer aquí, le hace saber todo su currículo vitae, y con éste sus supuestas influencias; además le aclara que tiene “la bendición” de las autoridades para disponer sobre lo que se pinta en el muro y que no van a aceptar que se inscriban mensajes políticos.

No debe de extrañarnos, una cosa es el arte callejero o arte urbano, ese que nació en Estados Unidos (otros dicen que en París), el que es contestatario, político por excelencia, el que no le pide permiso a nadie para existir, el que llaman simplemente “grafiti” como lo señala el urbanista Emiliano Duering, pero que también incluye posters, esténciles o engomados.

Otra cosa muy distinta es este renovado y popular arte urbano que ya ha invadido a muchas ciudades de todos los países, parodia del grafiti original, que no se presenta como contestatario, aunque ocasionalmente pudiera contener algún tinte de rebeldía, algo así como un “grafiti revisionista”, que ha pasado por el cedazo institucional y que incluso es promovido y buscado por autoridades y planificadores urbanos. No los culpo, a esta “nueva” forma de expresión artística se le atribuyen muchas bondades, unas evidentemente reales otras que rayan en la exageración.

Lo cierto es que eso también es arte y también embellece la ciudad. El muro elaborado por Rodrigo Villa, Fernando Corona y Carlos Cortez es un espléndido taco de ojo para los que pasamos con frecuencia por el sitio. Tampoco está mal buscar recursos públicos para solventar la obra y el trabajo de los artistas. Para eso también sirven los impuestos.

Tan renovado y revisado está este arte callejero, que de él se aprovecharon para promover su imagen personal tres integrantes de la clase política mexicana. Esto, con el original arte urbano hubiera sido impensable. ¿Pero era necesario que los diputados en lo particular firmaran el mural como lo hicieron? ¿Lo hicieron por falta de ética (por gandallismo) de Nancy Sánchez, Exaltación González y Brenda Castro o por ignorancia? ¿Era necesario deshacerse del mensaje de Ayotzinapa?


By the way, como dicen los gringos: el cerco divisorio será muy de las autoridades federales estadounidenses (no de la ciudad de Calexico, no del condado de Imperial, no de California) pero el paisaje urbano, es nuestro.

lunes, 24 de octubre de 2016

"Don Vergas" o la defensa del espacio público

Foto: cortesía de Marina Ramírez
"Don Vergas"* es un personaje ficticio, producto de cierto descontento de los mexicanos. Para sorpresa mía, las imagenes que circulan en las redes sociales y que hacen referencia a este personaje denotan cierto descontento contra aquellos habitantes de la ciudad que no respetan las más mínimas normas de convivencia social. Me llama la atención también –y de esto hablaré en este texto− el marcado énfasis que hacen por el uso inapropiado y el abuso del espacio público.

A “Don Vergas” no le importa ocupar la calle o la banqueta para fines personales: extiende su vivienda másallá de la propiedad privada; invade carriles o no respeta los espacios de estacionamiento, se alcoholiza en el transporte público, entre otras linduras. Su familia –ficticia también- no está exenta de estos arrebatos.

El imaginario del mexicano ha construido este personaje para expresar su descontento contra todos aquellos habitantes que con su comportamiento afectan la buena convivencia urbana. Sin querer, pero casi de manera orquestada, han lanzado una campaña propagandística, digna de la mejor firma de marketing. Cada fotografía publicada sobre este personaje, cada comentario, cada risa, es la expresión de la sanción social que los mexicanos le aplican a quienes hacen mal uso del espacio público (aquél que debe ser accesible a todos).

Aunque en la mayoría de las imágenes indican que estas invasiones al espacio urbano son cometidas por personas de pocos recursos económicos, es notorio que la propuesta no abarca el comportamiento inadecuado de personas de otros estratos sociales que también se apropian de estos lugares.

Con esto quiero decir que existen otros muchos “Don Vergas” dueños de hospitales privados en Mexicali que construyeron sus edificios sobre una porción de la banqueta; también está el “Don Vergas” que impide que automóviles distintos al suyo se estacionen frente a su casa –como el caso de cierto exalcalde que vive por la colonia Nueva; o el “Don Vergas”  dueño de lujosos y carísimos restaurantes como el ubicado por Reforma y Justo Sierra , que de un día para otro desaparecen los paraderos de camión para que su fachada no se vea fea (“o de pobres”).

A final de cuentas, esta serie de imágenes (conocidas como memes) dejan en evidencia la NO aceptación del ciudadano, que a fin de cuentas
no es ajeno a estos conflictos urbanos. Bien harían las autoridades municipales en aprovechar a “Don Vergas” para dar a conocer la normatividad relacionada con la defensa del espacio público.


*Ofrezco una disculpa si le ocasiono una molestia por la palabra, así llaman a este personaje.

sábado, 3 de septiembre de 2016

La imagen personal y la disciplina

La disciplina férrea le ha traído más males a la humanidad que la crítica. La filósofa Hannah Arendt, en su libro Eichmann en Jerusalén propone que el genocidio cometido contra el pueblo judío tuvo más que ver con la obediencia que con la maldad de los militares nazis.

La persona en la fotografía que encabeza esta columna por ejemplo (que porta chamarra de piel negra), fue mi compañero en la secundaria. Lucía en la escuela más o menos como se le ve en la foto, hoy en día es un profesionista a cargo de su propia empresa de construcción y por lo que sé un esposo, padre, hermano e hijo ejemplar.

Ahora, más que antes, desde preescolar hasta preparatoria, las autoridades educativas  controlan la apariencia del alumnado. De esta forma les imponen la vestimenta, incluido el calzado y los calcetines, prohíben accesorios y hasta ciertos cortes o largos de cabello.

El argumento que usan para intervenir nuestra imagen personal es, preponderantemente la disciplina. Aunque algunas prohibiciones pudieran establecerse por razón de salud pública (recoger el cabello largo para evitar el contagio de pediculosis), la verdad es que la disciplina es un valor social que ha sido sobreestimado. Se cree que el respeto estricto hacia cualquier norma, en este caso las escolares, contribuirá a la formación de buenos estudiantes y por ende, de buenos ciudadanos y personas.

Al aplicar esas restricciones, quizá sin saberlo, vulneran nuestra identidad personal o por lo menos la manera en que queremos proyectarla hacia la sociedad. La identidad personal no es poca cosa. Es la forma en que nos vemos a nosotros mismos y la manera en que queremos que la sociedad nos vea. Formamos nuestra identidad personal a través de los años para definirnos a nosotros mismos, diferenciándonos a la vez de los demás. La imagen es uno de tantos elementos que integran la identidad personal, también los gustos musicales, nuestra forma de expresarnos verbalmente, entre otros. La identidad personal es la síntesis del diálogo que establece el individuo con el resto de la sociedad.

No por nada se ha reconocido como un derecho humano al que el Estado debe proteger. Lo llaman “Libre derecho a la personalidad”.  La Suprema Corte de Justicia de la Nación lo define como la forma en que una persona desea proyectarse y que incluye aspectos como la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear hijos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal; su profesión o actividad laboral, así como la libre opción sexual.

La apariencia personal, sobre todo en aquellos que lucen “diferentes al resto” tiene más que ver con la personalidad creativa, libre y crítica que con las malas personas. Debemos superar las frases parecidas al “como te ven te tratan” para integrar a nuestra forma de pensar expresiones como las del zorro un personaje del cuento El Principito: “… Lo esencial es invisible a los ojos”.

Las autoridades escolares debieran preocuparse por relajar la disciplina y promover una educación crítica. Pensar que tener el control sobre la apariencia les redituará en buenos alumnos, es un error. Siendo la identidad personal el resultado de la interacción del humano con el resto de la sociedad, les traería mejores resultados propugnar por un mejor modelo educativo y fomentar la convivencia de los alumnos con aquellas personas de nuestra comunidad que, sin importar su apariencia, estén contribuyendo a la ciencia, a la democracia, a la justicia, a la solidaridad, en fin, a la formación real de buenos ciudadanos.


La crítica mueve al mundo, la disciplina –en ciertas condiciones− lo estanca.

sábado, 20 de agosto de 2016

Denuncia Popular, una alianza entre el ciudadano y el gobierno

Hace unas semanas, a partir de una denuncia ciudadana, el equipo que integra RadarBC publicó que habían desechado, indebidamente, cientos o miles de medicamentos caducos en el entorno de la Laguna México. Esto expuso dos situaciones, una relativa a la ilegalidad en la que alguna empresa o dependencia incurría al deshacerse de las medicinas en forma indebida; y otra de una posible práctica irregular de las instituciones de salud al no distribuir eficientemente el medicamento entre sus afiliados y dejarlos llegar a la obsolescencia: en suma, un desperdicio de recurso.

Afortunadamente, los medios masivos de comunicación siempre han canalizado estas denuncias, algunos más que otros. Las quejas llegan principalmente a los reporteros y a los directivos de los medios de comunicación quienes inician una investigación y la publican, cuando consideran el hecho interesante.

También las redes sociales son un nuevo instrumento de participación ciudadana al alcance de todos. Muros personales o grupos públicos, principalmente de Facebook,  son los nuevos espacios virtuales que frecuentemente se usan para exponer quejas y denuncias y que los exhibe ante ojos y oídos de la población. Y ahí nadie se salva, se publica de todo, quejas contra funcionarios gubernamentales, contra el sector  privado y sus empleados (Aerolíneas por ejemplo), o contra las malas acciones de ciudadanos en particular.

Pero esta herramienta no es perfecta, tiene muchas desventajas. Por ejemplo, con una denuncia en las redes, no se puede asegurar que las autoridades le den el seguimiento adecuado, como el caso de los medicamentos, que hasta la fecha no se sabe que ha pasado con la supuesta investigación que se iba a realizar.  Pero este medio, es casi lo único que tenemos como ciudadanos, al no existir una vía popular, eficiente, confiable y amigable para denunciar hechos que constituyan delitos o faltas administrativas.

En México y en otros muchos países existe un instrumento de participación ciudadana que ha sido poco atendido pero que podría canalizar muchas de las inquietudes de la población y que además podría volver más eficiente y eficaz la actividad de la administración pública en todos sus niveles: municipal, estatal y federal. Me refiero a la denuncia popular.

La denuncia popular es un instrumento de participación que permite acudir ante diferentes instancias a denunciar algún hecho que constituya una infracción de alguna norma o bien, que se considere un delito, incluso en los casos que el denunciante no sea el afectado directamente. Las leyes ambientales y de imagen urbana son las que con mayor frecuencia integran esta figura en su cuerpo normativo.

En Baja California, por ejemplo, podemos denunciar ante las autoridades ambientales, cualquier hecho, acto u omisión que produzca o pueda producir desequilibrios ecológicos o daños al ambiente (Art.167 de la Ley de Protección al Ambiente de Baja California). No obstante este procedimiento también resulta imperfecto pues requiere de presentar la queja por escrito y no establece la obligación de la autoridad de notificar al quejoso los avances de la investigación.


Es necesario, urgente diría yo, rediseñar la figura de la denuncia popular y dotarla de las mejores virtudes que tienen las redes sociales usadas para este fin. Su reconfiguración le daría muchas ventajas a la administración pública entre ellas hay
que considerar que haría más eficiente el gasto porque seremos nosotros, los ciudadanos sus ojos y sus oídos en todo el municipio y en toda la entidad (sin costo para el erario público, además).  Muchos de nosotros, los que habitamos este país  donde nunca pasa nada, donde la impunidad es la regla, podríamos empezar a confiar nuevamente en las autoridades.

viernes, 12 de agosto de 2016

El cuerpo y la mente de Alexa

En la fotografía Alexa Moreno, con mi hija Camila. En la parte inferior
a opinión de mi hijas obre Alexa, escrito por ella misma.
Ya todos lo sabemos, Alexa es una gimnasta mexicalense, la única chica que representó a los mexicanos por ese deporte en Río 2016, ubicándose en el lugar 31 de entre todas las que participaron en esa contienda. En salto de caballo, esta joven alcanzó la posición 12. Toda una campeona.

Alexa tiene capacidades extraordinarias. Esto le permite llevar entrenamientos  constantes e intensos, arriesgando su integridad física y seguramente, sacrificando aspectos sociales y personales, todo esto en busca de un sueño: competir en las olimpiadas, la meta de toda gimnasta. Ella ya lo logró.

Algunos no comprenden con precisión el esfuerzo y desgaste que implica ser deportista de competencia. Lo entienden mejor, en primer lugar, ellos mismos y luego sus familiares. Detrás de cada salto hay miles de horas invertidas, energía gastada, tanto en traslados desde su cómoda casa hasta el gimnasio, como en la ejecución de cada uno de los espectaculares movimientos practicados.

Si hablamos de mujeres deportistas, ellas además tienen la capacidad de deshacerse de estereotipos sobre el cuerpo femenino. Esto aplica sobre todo para las gimnastas de esta época, pues la disciplina ha evolucionado; ya no se busca la gracia detrás de un cuerpo esbelto (como en los tiempos de Nadia Comaneci, por ejemplo), ahora se trata de llevar al cuerpo a su máxima capacidad y para ello se requiere fuerza y habilidad.

Las gimnastas aprenden pronto que las callosidades de sus manos serán una constante, que su espalda crecerá a medida que se hagan más fuertes, que su cintura y su cadera no tendrán las proporciones que en nuestra cultura se consideran aceptables para el cuerpo femenino. Eso no les importa porque pronto aprenden que el mejor cuerpo de la mujer es el que responde mejor, a sus propias necesidades.
Ronda Roussey, judoka y ahora luchadora de artes marciales mixtas, hace unos meses respondió a las críticas que hicieron sobre su aspecto corporal al que algunos calificaron de poco femenino. Ella dijo que su cuerpo es “femeninamente espléndido” porque cada músculo tiene un propósito.

El cuerpo de Alexa también es espléndido, según datos de internet pesa 45kg y mide 1.50. Dicen que algunos han querido ver en ella un cuerpo esbelto. No es posible. La gimnasia, como lo dije antes requiere de cuerpos fuertes. Obsérvenla bien, Alexa es mucho músculo y cada uno tiene un propósito.
Pero no sólo tiene fortaleza de cuerpo. Para estar en competencia se requiere una mente perseverante y  por lo mismo igual de fuerte o más que el físico. No todos tenemos la mente en esas condiciones. Por eso fue sólo una. Una persona entre todas las mexicanas, la que pudo representarnos en Río 2016 en ese deporte.

Yo que soy madre de una gimnasta principiante,  me siento orgullosa de que mi hija tenga entre sus modelos a seguir a Alexa, porque eso me indica que sabe reconocer los rasgos que hacen importante a un ser humano y sobre todo a las mujeres. Gracias, Alexa.


miércoles, 20 de julio de 2016

Pokémon Go y la ciudad

Cada vez hay más personas que le tienen miedo a la ciudad. Temen a su tráfico, a su imagen, sus andantes, sus residentes. Cada vez son más los que buscan un refugio en espacios privados, fuera del ruido, de la vista de los demás, lejos del murmullo que surge del ir y venir de personas, animales, autos y todo lo que allá afuera se mueve e intenta sobrevivir. Es la agorafobia urbana, un padecimiento nuevo, una enfermedad de clase según lo dijo Jordi Borja, urbanista español. Lo de hoy es escapar de la intensidad de las relaciones sociales, mismas que se magnifican en estos ambientes artificiales que han sido construidos por el hombre en busca una supuesta civilización.

Cuando una ciudad no nos protege, cuando le tememos, nos aislamos de los otros, nos apartamos de la comunidad. Si el tráfico no respeta al peatón o al ciclista, si nos da miedo encontrarnos con el migrante, el indigente, el que se viste diferente a nosotros, es comprensible que luego se lancen risillas, burlas y hasta insultos contra aquellos que sí se atreven a experimentar los espacios urbanos.

Hace unos cuantos días se lanzó al mercado una aplicación que está obligando a muchos a recorrer la urbe en busca de personajes virtuales. Me refiero a Pokémon Go, la nueva app de Nintendo. A pocos días de su lanzamiento, esta aplicación ha logrado posicionarse como un fenómeno mundial (con todo lo que ello implica $), pese a que está disponible sólo en un puñado de países.

Para los que no saben, Pokémon Go inició como un videojuego inició hace más de 20 años. La trama se construye alrededor de unos personajes muy particulares a los que se puede entrenar para después lanzarlos a pelear batallas entre ellos. La nueva aplicación te permite “cazar” estos personajes en diversos espacios urbanos (privados, públicos y semipúblicos) y que luego los puedas entrenar para futuras batallas, todo esto con ayuda de tu teléfono celular.

Alrededor del juego se han lanzado variascríticas, que cuestionan la seguridad de los datos personales, la ociosidad de los jugadores, la simplicidad del juego, y en algunas ocasiones se advierte sobre el riesgo que asumen quiénes se lanzan a la calle buscando estos personajes y otros elementos. Curiosamente esta característica, la de obligar al jugador a recorrer las calles, a caminar kilómetros para obtener un suplemento de cortesía, también ha sido muy aplaudida. Yo soy de estas últimas.

Me agrada que miles de personas empiezan a reunirse en lugares públicos e incluso, ya se han hecho convocatorias por parte de usuarios, comerciantes y empresarios para reunirse en espacios abiertos con la finalidad de cazar a estos personajes (Mexicali no ha sido la excepción). Estas son oportunidades para reconciliarnos con la ciudad, conocer a los otros, experimentar su lado bueno y su lado malo.

¡Qué más da! Que salgan y que hagan lo que muchos ya no quieren hacer: vivir la ciudad. Cierto, lo hacen de manera limitada, con sus ojos puestos en el celular, pero por algo se empieza.


Nota: Una pokéstop o sitio pokémon es comúnmente un espacio público o semipúblico edificado que sirve en el juego como un lugar donde los jugadores pueden obtener elementos útiles para avanzar en el juego.

miércoles, 13 de julio de 2016

PokéMemes

Pokémon Go

Filicidas: víctimas y victimarios

Foto: Cortesía Secretaría de SSPBC y Poder Judicial del Estado de B.C.
Demasiado pronto se llenaron los medios de comunicación y las redes sociales de expresiones de odio contra los supuestos homicidas de Diana Mía. También se desató un linchamiento social hacia la madre de otra niña que, con tan solo ocho meses de edad, fue abusada sexualmente por la pareja de aquella. Sin embargo, la sociedad que con tanta facilidad juzga y señala a los presuntos responsables, es incapaz de ver que estos acontecimientos no son producto de la casualidad, sino de una cultura con demasiados patrones de violencia.

Para la sociología, estas situaciones se pueden abordar a partir de varios elementos pero, destacadamente, se estudian desde las manifestaciones del poder y la cultura de la violencia. Jaime Olivera, sociólogo y catedrático de la UABC, ha investigado sobre las trayectorias de vida de mujeres filicidas, es decir, aquellas que dan muerte a sus hijos. Según sus palabras, ellas presentan, por lo general, experiencias de vida similares. Desde su infancia han sido víctimas de la pobreza, fueron abusadas sexualmente, tienen escasa educación formal y recibieron en su familia violencia física y/o emocional.

Olivera también señala que existen estudios donde se revela que los delincuentes sexuales varones también comparten ciertos rasgos en sus biografías. Éstos han vivido situaciones que los colocan como víctimas de violencia familiar y sobre todo como víctimas de violencia cultural, cuando se les exige desempeñen un rol con el que no todos quieren o pueden cumplir y terminan rechazados socialmente.

De esta manera, la muerte de un menor, o los abusos sexuales, pueden y deben ser examinados a través de estas otras violencias, las que están configuradas desde nuestra cultura, desde nuestro comportamiento social, que son difíciles de identificar porque pensamos que son “naturales”. Si se hace esta reflexión pronto sabremos que a la hora de buscar culpables, ya podemos empezar por señalarnos a nosotros mismos, a nuestros vecinos, a las instituciones. Todos somos de cierta manera culpables.

Cuando usted demerita a la mujer que no quiere hijos, está comportándose violentamente. Si usted juzga mal a un hombre que no es proveedor de su familia, está comportándose violentamente. Si ha usado el término “mala madre” seguramente está violentando a las mujeres. Si cree que la familia debe de ser biparental y heterosexual, créame, usted ha estado aportando violencia a nuestra cultura. Esas imposiciones culturales no son más que fábricas de odio y frustraciones.


Ojalá que esta columna y concretamente la investigación de Jaime Olivera sirvan para que se reflexione acerca de lo que es “natural” o no para nuestra sociedad. Creo que evitaríamos algunas muertes y abusos sexuales contra menores porque maldecir y señalar a otros, no nos va a llevar a ningún lado.

En la calle, se nota

Siempre he creído que el espacio público (calles, plazas, banquetas, etcétera), es un lugar espejo. En esos sitios es posible vernos reflejados como sociedad. Todo lo que somos, lo que no somos y lo que aspiramos ser se proyecta en esos lugares. ¿Y qué somos?  Hoy me enfocaré sobre un tema, somos los inconformes, se nota.

Se notó ayer cuando muchos mexicalenses nos dimos cita a las 10 de la mañana en la explanada cívica, donde se llevó a cabo un mitin de información y protesta por la violencia impuesta por el Estado contra maestros y habitantes de Nochixtlán, Oaxaca. Me unté de bloqueador, me puse lentes de sol, camiseta blanca manga larga y sombrero, pasé por una amiga y le dije: ─Nos vamos a bañar en sudor. ─No le hace ─, me contestó, ─allá están en bañados en sangre. Seguimos nuestro rumbo.

Se notaba que, los que ahí nos reunimos, estábamos inconformes con el uso de la fuerza pública contra nuestros conciudadanos. A pesar del calor extremo que se sentía, y que no había casi ninguna sombra,  que los oradores eran muchos y algunos no limitaban su tiempo,  que era un día laborable,  con todo y eso,  estuvimos ahí.

Caminando, escuchando, viendo y reconociendo, me di cuenta, noté, que el tema de Oaxaca no es el único que invita a la inconformidad. Ya están acumulados los sinsabores y se nota. La plática interpersonal en ese sitio oscilaba entre las carencias educativas, laborales, en el sector salud, la  inseguridad, los jornaleros de San Quintín… la lista era larga. Prevaleció, eso sí, la necesidad de solidarizarnos ahora con los maestros.

En esa explanada, construida en la década de los setenta, nos reunimos para hacernos visibles, para encontrarnos con el otro, para ejercer la ciudadanía, nuestros derechos políticos. Hicimos del espacio público un espacio de ciudadanías, así conscientes de todas las diferencias que nos separan y de lo mucho que nos une. ¿Y qué nos une?

Noté que nos une  el creer que no estamos de acuerdo en el uso de la violencia por parte del Estado, no contra los maestros, que queremos un mejor gobierno, mejores condiciones laborales para todos, mejor educación. Noté que una reforma, por muy publicitada que esté, no es suficiente para cambiar la realidad. Noté que una ley no se impone con sangre ¿Ustedes notaron algo en las calles de la ciudad?

domingo, 19 de junio de 2016

Fue el odio

Alguien dijo por ahí que los asesinatos de Orlando no fueron contra gays, sino contra seres humanos. Seguramente esta persona quiso hacer un llamado a toda la población para solidarizarnos y sensibilizarnos; quiero pensar que fue una invitación a dejar las fobias y la tibieza y para que nos sumemos contra estos actos que nos avergüenzan como humanidad.

Sin embargo creo que sí es importante hacer visible la causa real de este homicidio masivo en Estados Unidos: fue el odio y la intolerancia contra aquellos que se asumen y pertenecen a la comunidad de personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (LGBTIQ). Hay que denunciarlo, y hay que ser claros y contundentes en ello: fue el odio.

Y quizá este odio nos parezca, así ─leyéndolo en las redes o viéndolo en las noticias por la televisión─ actos tan lejanos, tan apartados de nuestra ciudad, que quizá suspiremos pensando: Qué bueno que aquí no pasa esto. Nada más lejano de la realidad. Quizá en Mexicali no hayan usado un arma contra los clientes de este tipo de bares, pero tenemos odio para dar y repartir, para muestra un botón.

Alejandra, trasvesti, de aproximadamente 35 años, tuvo que dedicarse a la prostitución. Llegó a esta actividad gracias al odio de los funcionarios de empresas privadas. Ella hacía labores de limpieza para una agencia de automóviles. Al cambiar al personal directivo, Alejandra sufrió las presiones de su nuevo jefe y la obligaron a renunciar sólo por su aspecto y sus preferencias sexuales.

Buscó trabajo, sin éxito. Cuenta que acudía a las maquiladoras que solicitaban empleos y le decían que ya no estaban contratando, pese a que las filas para entrevistar a nuevos solicitantes seguía avanzando. Mentira, les sobraba odio.

Cuando las deudas la alcanzaron, sobre todo cuando vio en riesgo los pagos por la casa que estaba adquiriendo a crédito, Alejandra decidió seguir el consejo de unas amigas suyas, y se fue a prostituir al Centro Histórico de la ciudad, llena de miedo, pero en evidente estado de necesidad.

Ha sido un trabajo difícil, nos dijo. En cierta ocasión una señora conducía un auto lleno de niños y adolescentes, de repente, como si fuera un acto heroíco, para el auto frente a ella y la empiezan a insultar. Escenas como esta, aunque son comunes, no dejan de sorprenderla.


Quizá el odio que dejó sin trabajo a Alejandra no llame su atención, o el que la tiene trabajando en la calle y soportando los insultos de adultos sin conciencia tampoco le parezca relevante. Pero son esas pequeñas manifestaciones de odio las mismas que terminaron con la vida de decenas de personas de la comunidad LGBTIQ en Orlando, Florida. ¿Cuántas personas no han tenido el derecho a un trabajo digno debido a sus preferencias sexuales? ¿Cuántas de ellas han sido agredidas verbal o físicamente en Mexicali? Hay que denunciarlo, hay que hacerlo visible. Una vez que se eche luz sobre este odio, Orlando, ya no nos parecerán tan lejano.

Video de entrevista a Alejandra AQUÍ

martes, 29 de marzo de 2016

¿Le tienen miedo al viento?

Impacto de anuncio en automóvil
en Mexicali
Foto: Eligio G. Panini
Los días de viento siempre han generado cierto temor a la humanidad, ya sea por su estruendo o por los objetos que arrastra y que pueden golpearnos a nosotros o a nuestras propiedades. Con el progreso, las tecnologías, con el desarrollo urbano, el miedo al viento debe estar incrementándose, supongo, porque con todos los cachivaches de la ciudad, el riesgo de sufrir un accidente por el derrumbe de una estructura es real.

Antenas, espectaculares, toldos, material de construcción, todo puede convertirse en un arma contra nosotros o nuestras posesiones. A principios de este mismo mes, en el Estado de México, se grabó y difundió un video impresionante del momento exacto en que una estructura de acero se desplomaba atinando a un par de vehículos cuyos ocupantes tuvieron la suerte de salir vivos, aunque no ilesos.  

Este lunes 28 de marzo, en Mexicali, los vientos alcanzaron, según lo registrado por el Servicio Meteorológico Nacional, 38 km por hora, pero se documentaron ráfagas de hasta 53.9 km por hora. En realidad no fue tan intenso, en lo personal creo que Mexicali, como buen desierto, frecuentemente experimenta vientos de mayor intensidad que los de hoy.  

Con todo y que no fue tan extremo este fenómeno, el día de ayer, llamaron mi atención dos intervenciones ciudadanas publicadas en una comunidad de facebook. Una de ellas exhibía varias fotografías de un auto que, estacionado frente a cierto banco, fue impactado por el peso de una instalación publicitaria de esa misma  institución financiera (como puede verse en la fotografía), afortunadamente este no tuvo consecuencias para sus ocupantes, porque en ese momento no se encontraban en el interior del vehículo.

Anuncio en Justo sierra, 2015.
Foto: Flor Mora

Otra persona, al parecer de la colonia Baja California subió un video de lo que aparenta ser el alumbrado tambaleante de un campo de beisbol ubicado en esa comunidad. Quien publica se siente insegura y pide ayuda porque no sabe a qué autoridades acudir o qué hacer con esa situación que considera problemática y de riesgo.

Aunque muchos pudieran decir que, frecuentemente exageramos nuestros miedos, estoy convencida que son necesarios para actuar. Todos debemos estar conscientes de los riesgos que existen y es nuestra obligación estar al pendientes de lo que pasa en nuestra comunidad, poner ojos sobre lo que pueda afectarnos a nosotros y a nuestros vecinos. Es mejor fiscalizar a los que deben regular e inspeccionar estos artefactos, que sólo sentir miedo.

¿Qué hacer? ¿Quién tiene que revisar estas estructuras? ¿Quién autoriza su instalación? ¿A quién le consultamos si nos sentimos inseguros?


Pocos saben que la mayoría de estas instalaciones son autorizadas por el ayuntamiento de Mexicali, estén éstas en la vía pública o se encuentren en propiedad privada, Es la Dirección de Administración Urbana la responsable de autorizarlas y de inspeccionarlas cuando se encuentren en malas condiciones y/o signifiquen algún riesgo para la ciudadanía.

Aún más, el reglamento de imagen urbana faculta al ciudadano para poner una denuncia ante el municipio por cualquier hecho, acto u omisión relacionado con los anuncios que puedan poner en peligro la salud, la vida o la integridad física de las personas, la seguridad de las cosas y su cambio (sic). 

Ahora bien, si ya se tuvo la mala suerte de ser afectado por alguna estructura, anuncio o espectacular, también puede acudir con un abogado para que demanden de los dueños de estas estructuras o de los bienes inmuebles donde se encuentran, la reparación de daños y perjuicios, sean estos ocasionados por la mala instalación o incluso por alguna intensa ráfaga de viento.

Le dejo por el momento el teléfono de la Dirección de Administración Urbana por si alguna duda tiene al respecto. Ellos están, o por lo menos deberían, estar para servirle.

Dirección de Administración Urbana (Mexicali): 558 1600 extensiones 1619 y 1919.
Atención ciudadana: 558 1600 extensiones  1672, 1814