viernes, 20 de septiembre de 2019

8 razones para rechazar los puentes (anti) peatonales


Fotografía: Google Earth con edición propia
La cultura ciudadana es como oro molido en las verdaderas democracias. Ya nos han dicho que no basta con salir a votar, también se debe tomar en cuenta al ciudadano a la hora de gobernar. Pero hay que tener mucho cuidado, un ciudadano mal informado puede cometer el error de exigir ciertas acciones de gobierno que al final, en vez de beneficiarlo, terminarán perjudicándolo. Creo que eso es lo que está pasando con los vecinos del fraccionamiento Villas de la República. Por eso insisto que los profesionistas del ramo debemos promover una mayor cultura urbanística y así tener una mejor ciudad. 

Lamentablemente una mujer falleció cuando esperaba en el camellón la oportunidad de atravesar el Bulevar Lázaro Cárdenas. El conductor del vehículo involucrado perdió el control invadiendo el sitio, arrollándola a ella y al menor que la acompañaba. Esa zona (cercana al fraccionamiento mencionado) ya ha sido identificada como insegura pues para cruzar la calle, es necesario recorrer 40m aproximadamente (de banqueta a camellón y de camellón a banqueta); agregue a esto la excesiva congestión vial y las altas velocidades que ahí alcanzan los automóviles. 

Después del accidente, la comunidad exigió, mediante una manifestación pública, la instalación de un puente “peatonal”. Es decir, los vecinos quieren un paso elevado para no arriesgar su vida cuando necesiten atravesar dicha vialidad. El problema no es la falta de un puente (anti) peatonal, el problema es la inseguridad de ese bulevar. La construcción de un puente así es una de muchas soluciones, desgraciadamente es la peor alternativa de todas. Sé que les sonará extraño, pero antes de juzgar lean las siguientes líneas. 

Los puentes (anti) peatonales son inconvenientes porque… 

1. NO SON INCLUSIVOS. Funcionan únicamente para un sector reducido de la población. No son aptos para personas de la tercera edad, ni para las que tienen alguna discapacidad temporal o permanente; peatones que transportan cargas, como bolsas o bebés. Algo que pocos dicen es que tampoco es opción para aquellas personas que tienen fobia a las alturas, ni las que llevan prisa, ni las que transitan ya cansadas después pasar una larga jornada laboral. Por eso muchas personas simplemente NO LOS USAN. 

2. EXIGEN MÁS TIEMPO PARA CRUZAR UNA CALLE. No solo debemos caminar de banqueta a banqueta, sino que es necesario recorrer el puente en sentido vertical, lo que hace que invirtamos más tiempo en ello. 

3. REQUIERE MAYORES ESFUERZOS. Contrario a lo que muchos dicen, el peatón no es flojo, por el contrario. Él debe de trasladarse haciendo uso de su propia energía y no va sentado en un vehículo donde además está protegido de las inclemencias del tiempo. 

4. PROMUEVEN EL INCREMENTO DE VELOCIDADES DEL TRÁFICO AUTOMOTOR. Al no haber semáforos, altos o señalamiento para darle paso al peatón, los vehículos aceleran más y ya está comprobado que los accidentes suceden en vialidades de alta velocidades. Esto significa que… ¡HABRÁ MÁS ACCIDENTES EN SU BARRIO! 

5. AUMENTAN EL AFORO VEHICULAR. Los puentes (anti) peatonales benefician a los autos. Promueven su uso al facilitarles a estos usuarios el tránsito por la vialidad. 

6. SON MÁS CAROS. Un puente, podría costar alrededor de 1.5 millones de pesos, mientras que un cruce a nivel calle sólo se invierten alrededor de los 800 mil pesos. 

7. PROVOCAN MÁS CONTAMINACIÓN. Los conductores escogen vialidades en las que no tengan que detenerse. Esto elevará la contaminación atmosférica la contaminación lumínica y contaminación por ruido. 

8. SON FEOS E INSEGUROS Y ESTÁN SATURADOS DE PUBLICIDAD. No diré más, vaya al puente mas cercano vea y juzgue usted mismo. 

Podría mencionarle otras desventajas, hay muchas más, pero ya se me acabó el espacio. 

¿Qué recomiendan los expertos en movilidad urbana? Cruces peatonales a nivel de calle. Estos están mejor diseñados, son más anchos, elevan la altura de la calle para obligar al conductor a desacelerar, cuentan con varios dispositivos para reducir la velocidad del tráfico y están estratégicamente colocados. También visibilizan al peatón y promueven una mejor experiencia para el transporte público, entre otras cosas. 

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (SEDATU) publicó hace unos años el Manual de Calles Completas ahí señalan precisamente esto que yo le digo hoy: los puentes (anti) peatonales no son buenos para la seguridad vial.

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