Cuando se vivió el proceso de paz, varios pusieron su vista en aquellas paredes y pensaron que no ayudaban mucho a resolver el conflicto. Por ello decidieron modificar esas expresiones artísticas y promover otras ideas que no se asociaran directamente al conflicto y que tuvieran más relación con la identidad cultural de las comunidades.
Una idea que aparece en este documental y que me parece muy acertada es que los promotores de estas nuevas expresiones artísticas están conscientes que al modificar el contenido no están despareciendo el conflicto, pero sí buscan hacerlo menos radical. Es decir, cambiar los murales no va a desaparecer el encono que existe entre las partes (protestantes y católicos) pero si serían capaces de promover la eliminación de la violencia.
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