martes, 4 de abril de 2017

La cartografía y la epidemiología, una relación exitosa.

El Dr. John Snow pasó a la historia por el uso que le dio a la cartografía para resolver un grave problema de salud pública que se presentó en Inglaterra a finales del siglo XIX. El cólera, había matado ya a cientos de personas en ese país y las teorías más populares sostenían que era el contagio por contacto lo que propagaba la enfermedad, mientras que otra parte de los médicos aseguraban que eran las condiciones atmosféricas las causantes de la expansión de tal padecimiento.

El famoso epidemiólogo postuló otra teoría pero tenía que probarla. Para ello registró no sólo las incidencias sino que observó otro dato que le pareció importante. Debido a que la enfermedad presentaba síntomas diarreicos, indagó sobre los patrones de ingesta de agua de la población, encontrando que una parte de la ciudad se abastecía de la zona norte del río Támesis, y la otra de
la parte sur de este mismo cuerpo de agua. La diferencia es que una estaba menos contaminada que la otra y era precisamente donde se presentaban menos casos de aquella terrible enfermedad.

Snow planteó su tesis: la causa de la enfermedad era una "materia mórbida" que debían estar ingiriendo a través del agua. Sin embargo, pocas personas se adhirieron a esta versión.

No fue hasta que hizo uso de una mapa cuando el Dr. Snow pudo convencer a la comunidad médica de su hipótesis. Representó las incidencias de cólera en un mapa y al mismo tiempo registró las bombas de agua que abastecían a la población. Una parte de las bombas tomaban el agua de una parte del río, la menos contaminada, y otras bombas se surtían de la parte más contaminada. La diferencia se hizo evidente cuando se apoyó del mapa. La representación visual de la correlación entre lugar abastecimiento de agua y enfermedad fue suficiente para convencer de la veracidad de sus estudios.

Referencias: 
-John Snow, la epidemia de cólera y el nacimiento de la epidemiología moderna



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