Foto: cortesía de Marina Ramírez |
"Don Vergas"*
es un personaje ficticio, producto de cierto descontento de los mexicanos. Para
sorpresa mía, las imagenes que circulan en las redes sociales
y que hacen referencia a este personaje denotan cierto descontento contra aquellos
habitantes de la ciudad que no respetan las más mínimas normas de convivencia
social. Me llama la atención también –y
de esto hablaré en este texto−
el marcado énfasis que hacen por el uso inapropiado y el abuso del espacio público.
A “Don Vergas” no le importa ocupar la calle o la banqueta
para fines personales: extiende su vivienda másallá de la propiedad privada; invade carriles o
no respeta los espacios de estacionamiento, se alcoholiza en el transporte
público, entre otras linduras. Su familia –ficticia también- no está exenta de
estos arrebatos.
El imaginario del mexicano ha construido este personaje para
expresar su descontento contra todos aquellos habitantes que con su
comportamiento afectan la buena convivencia urbana. Sin querer, pero casi de
manera orquestada, han lanzado una campaña propagandística, digna de la mejor
firma de marketing. Cada fotografía publicada sobre este personaje, cada
comentario, cada risa, es la expresión de la sanción social que los mexicanos
le aplican a quienes hacen mal uso del espacio público (aquél que debe ser
accesible a todos).
Aunque en la mayoría de las imágenes indican que estas
invasiones al espacio urbano son cometidas por personas de pocos recursos
económicos, es notorio que la propuesta no abarca el comportamiento inadecuado
de personas de otros estratos sociales que también se apropian de estos lugares.
Con esto quiero decir que existen otros muchos “Don Vergas”
dueños de hospitales privados en Mexicali que construyeron sus edificios sobre
una porción de la banqueta; también está el “Don Vergas” que impide que automóviles
distintos al suyo se estacionen frente a su casa –como el caso de cierto exalcalde que vive por la colonia Nueva; o el “Don Vergas” dueño de lujosos y carísimos restaurantes como
el ubicado por Reforma y Justo Sierra , que de un día para otro desaparecen los
paraderos de camión para que su fachada no se vea fea (“o de pobres”).
A final de cuentas,
esta serie de imágenes (conocidas como memes) dejan en evidencia la NO
aceptación del ciudadano, que a fin de cuentas
no es ajeno a estos conflictos urbanos. Bien
harían las autoridades municipales en aprovechar a “Don Vergas” para dar a
conocer la normatividad relacionada con la defensa del espacio público.
*Ofrezco
una disculpa si le ocasiono una molestia por la palabra, así llaman a este
personaje.
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