domingo, 13 de marzo de 2016

¿Qué hacer cuando las empresas te acosan por teléfono?

Foto: pixabay.com
Muchas empresas no tienen ética. A pesar que desde hace años la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) ha implementado mecanismos para evitar que los usuarios y deudores sean molestados con promociones o con prácticas agresivas de cobranza, muchos casos de hostigamiento se siguen presentando para aquellos que tuvieron el infortunio de haberse endeudado con bancos y otras instituciones crediticias. También hay quienes, sin deber un solo centavo, tienen que pasar por un ritual cotidiano de “contestar-colgar” cuando entran a sus teléfonos cierto tipo de llamadas. Y es que sus estrategias son verdaderamente lastimosas.

Puedo asegurarle a usted que yo jamás contrataré en esa institución financiera, tampoco cambiaré a esa otra compañía de celular ni voy a aceptar un préstamo de mi banco, porque si así, aunque no sea su cliente o deudor molestan, no quiero pensar qué pasaría si caigo en sus garras.

Desgraciadamente, las disposiciones de CONDUSEF, son aplicables únicamente para aquellos casos en que estén implicados los que le deben a la banca u otras instituciones financieras. ¿Qué pasa con los que somos víctimas de promotores? ¿De las compañías de celulares que le piden que se cambie de empresa una y otra vez? ¿Es usted uno de esos miles de los que han tenido que padecer a un vendedor telefónico que, enojado, le marca todos los días en venganza porque no lo quiso atender? Bienvenido a mi mundo, al mundo de miles y miles en México, donde las llamadas comerciales no están reguladas.

Y es que pocos políticos se atreven a legislar contra los intereses de las empresas. En España por ejemplo, ya van dos veces que se publican leyes que intentan regular lo que pueden y no pueden hacer en las llamadas comerciales. Como a la primera ocasión no le hicieron mucho caso, tuvieron que publicar la Ley General para la Defensa de los Consumidores. Gracias a ella, el ciudadano puede decidir desde la primer llamada si quiere o no seguir recibiendo ofertas de la empresa.

En México, además de las disposiciones de CONDUSEF, tenemos la Ley de Protección de Datos Personales. Si usted cree que una empresa está haciendo mal uso de su correo o número de teléfono, puede de iniciar un procedimiento para la revocación del consentimiento para el uso de esos datos.
Vaya usted a la página de internet de la empresa, busque en ella el “Aviso de privacidad” (por lo general está en letras pequeñas hasta abajo) y localice la parte donde le instruyen para desautorizar el usos de sus datos personales.


¿Suficiente? Para nada. Sigue resultando intolerable que el usuario y ciudadano esté en esta posición de desventaja y que tenga que iniciar procesos y papeleos largos y engorrosos cuando las empresas debieran actuar, por sí mismas, apegadas a cierta ética. Hace falta en México que la Procuraduría para la Defensa del Consumidor o alguien en este país, promueva una ley que no sea reactiva sino preventiva, que además de sancionar a las empresas que nos acosan dicte la forma en que deben conducirse para promover sus servicios.

Finalmente, si usted sí tiene un adeudo y cree que lo están acosando, amedrentando o faltando a sus derechos, puede iniciar una queja ante el Registro de Despachos de Cobranza que administra la CONDUSEF. Aquí el formato de queja en línea.

Si no tiene ningún adeudo y algún banco lo acosa para ofrecerle alguna promoción o crédito, también puede registrarse en REUS, ya sea por teléfono, por internet o personalmente. Aquí le dejo el teléfono: 01 800 999 80 80.

Esta semana iniciaré un proceso contra quien creo es una compañía operadora de servicios de telefonía celular. Les contaré luego si sirve o no una de las leyes comentadas.

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