sábado, 2 de agosto de 2025

Más allá de la vocación


La vocación es una trampa.
Es un invento del capitalismo para transformar el conocimiento en mercancía. Por eso, las universidades ofrecen carreras según la demanda. Si no, pregúntenle a Palafox Maestre (rector de la UABC).

La vocación original de Visión Pública era la de hablar de problemas sociourbanos. Por muchos años me incliné por explorar la contundente capacidad que tiene la ciudad sobre nuestra existencia. Sigo pensando igual.

Pero me desilusionó el urbanismo. Me di cuenta de que, para tener una mejor ciudad, además de socializar el conocimiento, hace falta voluntad. Voluntad política y conciencia de que siempre vamos a vivir en comunidad.

Ahora, por azares del destino, mi interés por el urbanismo me da de comer. Después de haberme desilusionado por las frágiles promesas de “El Hombre Más Valiente de México”, conseguí emplearme en una oficina especializada en planeación urbana.

Ganas de servir no faltan. Pero no niego que me encuentro en una etapa frágil. Y aún así, sigo cuestionándome si mi aportación esta vez sí será relevante. No dejo de dudar. Me aterra otra desilusión.

Aun así, decido continuar. No es que me guste el urbanismo, me gusta la humanidad. Por muy crueles que seamos, creo que en algo puedo contribuir para que, poco a poco, nos hagamos conscientes de lo trascendente que es pensar en nuestra individualidad sin perder conexión con las y los otros.

Por eso retomaré este espacio. Me interesa compartir lo que sé y lo que he vivido. Estoy convencida de que el debate sirve para lograr un mejor entendimiento de aquello que es mejor para todas y todos.

Voy a hablar de Políticas Públicas. Porque la transformación no llega únicamente diseñando una ciudad. La transformación es quehacer colectivo, e implica ser conscientes de las desigualdades.

Saludos a quien me lee. Estén desde ahora conscientes de que este es mi espacio personal. Aquí se promoverá una política dialéctica. Porque la política ficción ya pasó de moda, porque son los más débiles quienes siempre padecen el radicalismo.