martes, 24 de marzo de 2020

¿Por qué nos conviene que Mexicali no crezca más?


Muchas personas no saben, pero una ciudad dispersa, como la nuestra, le conviene a muy pocos. Cuando digo “ciudad dispersa” estoy refiriéndome al crecimiento desmedido del área urbana sobre el suelo rural o suelo rústico (el que aún no es apto para su habitabilidad). Nos estamos acabando el suelo. Muchos dirán: al cabo que hay mucho, tierra es lo que nos sobra. Pocas personas saben que esa expansión urbana tiene impactos negativos sobre los habitantes, impactos que me parece urgente visibilizar.

Una ciudad dispersa consume tiempo. Contrario a lo que se dice por ahí de que “el tiempo es oro” yo creo que es más adecuado decir: el tiempo es vida. Así pues, la ciudad dispersa nos absorbe vida y cada vez invertimos más tiempo en los desplazamientos, ya sea para ir a trabajar, adquirir mercancía o para visitar a algún familiar o amig@s. Según cifras del Sistema Municipal de Transporte (SIMUTRA) UNA RUTA DE TRANSPORTE PÚBLICO TIENE UNA DURACIÓN PROMEDIO DE MÁS DE 170 MINUTOS. Es decir, una ruta inicia y termina su trayecto en ¡¡poco menos de las 3 horas!!

EL RITMO DE EXPANSIÓN DE LACIUDAD ES 4.2 VECES MÁS QUE EL RITMO DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN. Es decir, estamos consumiendo más suelo del que realmente necesitamos. Si para el 2025 la población será de más de un millón de habitantes, como se espera, tenemos que empezar a exigir acciones para aprovechar el suelo urbanizado de la ciudad central y apostar por una ciudad más densa y compacta.


No sólo somos una ciudad dispersa, también somos una ciudad porosa. Por alguna razón alguien (o algunos pocos) ha estado facilitando la urbanización de la periferia de la ciudad ignorando los predios sin utilizar que ya tenemos en la ciudad central. EL 19.64% DEL ÁREA URBANA DE MEXICALI CORRESPONDEN A TERRENOS BALDÍOS que de alguna manera tienen cerca la infraestructura urbana requerida sin que para su ocupación se requiera invertir más dinero en su habilitación y que pueden aprovechar desde ya los servicios públicos que se brindan. Una ciudad dispersa le cuesta más al erario público.

¿Quiénes son los ganadores? Usted y yo no. Nosotros solo absorbemos los costos y la contaminación que estos desplazamientos prolongados generan. Hay que voltear a ver al sector inmobiliario, que en busca de maximizar sus ganancias compra suelo “barato” en los límites del área urbanizable; pero también hay que señalar al aparato gubernamental, que ha permitido o ha sido omiso, al no aplicar o no legislar efectivamente contra este fenómeno y de paso, fortalecer la especulación inmobiliaria (incremento de precios apoyado sobre una expectativa de ganancia futura).

Nuestras vidas se vuelven un poco menos soportables días con día. El tráfico nos estresa, nos roba tiempo de descanso y recreación. El transporte se vuelve más caro entonces la ciudad dispersa también afecta a nuestra economía. La salud también se ve implicada, entre más distancia en los desplazamientos mayor dependencia del automóvil y con ello se incrementa la contaminación. No por nada Mexicali es el TERCER MUNICIPIO A NIVEL NACIONAL QUE MÁS RECURSOS ECONÓMICOS Y HUMANOS LE INVIERTE ALTRATAMIENTO DE ENFERMEDADES relacionadas con la contaminación. En el 2018 nuestra entidad registró un incremento de 135% en las muertes asociadas con este deterioro en la calidad del aire.

Sin duda, ciudades más compactas pero ordenadas, mejoran con mucho nuestra calidad de vida.

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